Identificación del error y la solución para su corrección
El problema es que hasta ahora nadie lo identificó como un error, mientras el lector que desconoce las lenguas bíblicas sigue ignorando el significado en su idioma hasta que lo encuentre en diccionarios bíblicos, o versiones interlineales de griego-español, o se sirva de las notas al pie de página, si cuenta con una edición de la Biblia que contemple brindar por ese medio lo que debería trasladar al texto. La solución es sencilla y estuvo siempre delante de nuestros ojos, contenida en el pasaje citado de Jn 1.41, donde la Palabra de Dios registra simplemente que Jristós es una traducción (methermēneuō), es decir, un significado:
Μεσσίαν, | Mesías, |
ὅ | el |
ἐστιν | es |
μεθερμηνευόμενον | traducido |
χριστός | Ungido |
Esto indica que en cada ocurrencia de Jristós se debe traducir su significado a cualquier idioma, de la misma manera que se traduce didáskalos.